Cuando el cristalino de nuestro ojo pierde transparencia, hablamos de catarata, un problema que afecta principalmente a las personas mayores. Por si no lo sabes, el cristalino es una lente que junto con la córnea se encarga de enforcar los rayos de luz para que se enfoquen de forma nítida en nuestra retina, y así podamos ver.
Si esta lente en lugar de ser transparente, se vuelve opaca, la luz no llega bien a la retina, y por tanto perdemos capacidad visual.
Hoy por hoy, la solución más práctica y eficaz son las lentes intraoculares artificiales que reemplazan al cristalino. Una operación sencilla y sin complicaciones, que requiere de una pequeña incisión de menos de 3 mm.
Mediante una sencilla operación de cirugía con láser de femtosegundo, el cirujano primero disuelve el cristalino y luego introduce la nueva lente, y en 20 minutos el paciente puede volver a casa con una visión rejuvenecida.
La cirugía refractiva también es aplicable a otros problemas visuales como son: la miopía, las altas miopías y astigmatismos, donde también se pueden emplear lentes tóricas de nueva generación, ya personalizadas para cada caso concreto.
A finales del mes pasado se celebró un nuevo congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (Secoir), y entre los muchos temas que se abordaron, el oftalmólogo y presidente de dicho congreso, Antonio Piñero, quiso destacar que el láser de femtosegundo es, sin lugar a dudas, el avance más notable y revolucionario en la cirugía de catarata.
Durante el congreso también se habló de las lentes intraoculares trifocales, que mejoran aún más la visión de las personas que se implantan este tipo de lentes, pero este tema ya lo abordaremos en los próximos días.
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