Las Gafas A-Morir son únicas y diferentes, todas ellas obra de Kerin Rose. Pocas diseñadoras de gafas tienen la capacidad de cautivar a espíritus tan heterodoxos como Lady Gaga, Wyclef Jean, Rihanna, Amber Rose, Katy Perry, Ke$ha o Snoop Dogg.
Lo que empezó como una anécdota, reparar unas gafas y pegar unos brillantitos, en pocos meses pasó a ser un proyecto, y al cabo de unos años resulta que algunos de los personajes más famosos del momento lucen sus gafas allá por donde van, sin necesidad de campañas publicitarias.
Buena parte de su fama se debe a su saber hacer, y otra buena parte a Lady Gaga, probablemente su mejor clienta y su catapulta a la fama. Aunque Kerin Rose tampoco salió de la nada, realmente se dio a conocer cuando trabajaba en la tienda de Patricia Field, la estilista de aquella famosa serie llamada Sexo en Nueva York.
Pero si todo esto sucedió al otro lado del Atlántico, ¿por qué se llama A-Morir?. Al parecer, Kerin Rose estuvo pasando unos días en Madrid, por entonces en el Museo Reina Sofía había un montaje titulado A-Morir, aquello le gustó y se quedó con el nombre.
La primera colección de gafas A-Morir las creó en 2008, e iban decoradas con brillantitos, concretamente con cristales de Swarovski, pero esto fue solo el principio, a partir de ahí fue acoplando todo tipo de elementos: cadenas, puas, perlas, etc.
La colección de gafas A Morir 2012 está inspirada en la música de los años 20, los 70 y los 90. Ya ha cautivado a grandes personajes del mundo de la moda, y ha aparecido en revistas como Vogue, Elle, o Glamour, con lo cual queda claro que esto ya no es un pequeño proyecto.
Las gafas A Morir no son gafas baratas, pero tampoco son para todos los públicos, más bien para aquellos que aún en tiempos de crisis se pueden permitir caprichos de más de 200 euros, aunque también hay que tener en cuenta que se trata de una diseñadora independiente que se dedica a crear ediciones limitadas.
0 comentarios