Las gafas graduadas pueden ser un impedimento para diversas actividades, y sobre todo para practicar determinados deportes, pero es una pena que los niños con gafas hagan menos deporte que los niños que no las necesitan o que utilizan lentes de contacto.
Según encuestas realizadas por la UEM, 3 de cada 4 niños con gafas hacen menos deporte o directamente no practican ningún deporte por miedo a romper las gafas. Pero es que si se animan a practicar deporte, la inmensa mayoría lo hace sin gafas, por lo que tienen menos capacidad visual que los otros niños.
En ocasiones anteriores hemos hablado de la posibilidad de que los niños usen lentillas, ya que hasta pasados los veinte años no se recomienda realizar ningún tipo de cirugía refractiva, si bien, también en las ópticas podemos encontrar gafas deportivas graduadas para niños, más resistentes y adaptadas a los diseños que les gusta.
No obstante, siempre habrá deportes como la natación, el esquí y otra serie de disciplinas deportivas que son bastante incompatibles con el uso de gafas e incluso de lentillas, pero esto no debería ser una excusa para que el niño lleve una vida sedentaria, ya que cualquier deporte se puede practicar a diferente intensidad.
Lo hemos mencionado, pero quizás alguno no se lo había planteado, tanto el esquí o el snowboard, como otros deportes de invierno y de montaña se desarrollan en ambientes secos o con gafas protectoras, por lo que llevar gafas graduadas o usar lentes de contacto puede ser incompatible, ya que molestan o irritan debido a la sequedad ocular.
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