Las gafas con varillas o montura metálica son la opción preferida de muchos consumidores por muy diversas razones. Aunque cada año se fabrican millones de gafas con montura metálica, los materiales empleados no son tan diversos, hoy vamos a hacer un breve repaso.
Entre los metales más empleados para realizar gafas con montura metálica podemos destacar:
» Monel, el monel es un material que se emplea en muchas gafas de montura metálica, es fruto de una aleación de níquel y cobre que le otorga una resistencia extrema a la corrosión y que lo hacen fácil de moldear. Su único inconveniente es que pueden producir reacciones alérgicas debido a su contenido en níquel, si es su caso, deberá escoger otros materiales.
» Acero inoxidable, un metal empleado para fabricar gafas ligeras y resistentes. La gafas con montura de acero se suelen combinar con el cromo o el níquel en diferentes proporciones para mejorar su resistencia a la corrosión. En caso de contener níquel, puede dar lugar a reacciones alérgicas.
» Titanio, cada vez vemos más monturas de gafas de titanio, un material cuyo nombre impone y sin embargo luego sorprende por su ligereza y flexibilidad. Es más caro que el acero, pero sus ventajas saltan a la vista. Son monturas que por defecto vienen en color plateado, si bien se pueden encontrar en diversos colores y todas ellas son muy resistentes a la corrosión y no producen reacciones alérgicas.
» Berilio, es la opción low-cost, puesto que se suele emplear para endurecer aleaciones, en el mundo de la óptica por lo general se combina con titanio, dando lugar a una montura más económica pero muy resistente.
Es frecuente que los fabricantes de gafas combinen algunos de estos metales con idea de abaratar costes, por ejemplo, el titanio es un metal caro, por lo que es frecuente que se combine con algún otro para poder ofrecer precios más asequibles.
Otros fabricantes no dudan en emplear materiales resistentes pero tóxicos, a los cuales posteriormente aplican una capa de oro, paladio, o algún otro material antialérgico como pueden ser las capas de laca que evitan el contacto con la piel.
En resumen, las gafas con montura metálica está claro que son una opción válida, sus materiales las hacen fuertes, pero antes o después pueden sucumbir a la corrosión, dependiendo de su acabado y de la vida que les demos.
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