Los smartphones o teléfonos inteligentes han conquistado el mercado en los últimos años, sus ventajas con respecto a sus predecesores son innegables, se ha dado un salto evolutivo impresionante, y cada día se comercializan miles de aplicaciones para estos nuevos dispositivos.
Debido a su reducido tamaño, el leer mensajes, realizar cualquier tipo de tarea y navegar por la web con estos móviles hace que sus usuarios se vean obligados a tener la pantalla mucho más cerca de lo habitual con respecto a cualquier información impresa, por mucho que su diseño web esté adaptado al tamaño de la pantalla.
Este nuevo hábito de trabajo podría producir síntomas como la fatiga visual o dolores de cabeza, y además podría tener importantes implicaciones a la hora de prescribir gafas graduadas, ya que el optometrísta debería interesarse por el uso que hace el paciente de este tipo de dispositivos, y de la distancia a la que lo sujeta.
Para llegar a estas conclusiones, un equipo de investigadores de Nueva York evaluó el uso que hacían de sus teléfonos inteligentes más de un centenar de voluntarios, todos ellos empleaban su corrección visual habitual, ya fueran lentillas o gafas graduadas. Además se midió el tamaño de fuente empleado en estos dispositivos.
El objetivo era averiguar si la distancia de trabajo, en la que hacen uso los usuarios de smartphones, era la adecuada para el tamaño de fuente empleado. Lo que observaron fue lo siguiente:
- El tamaño de fuente medio era equivalente al texto de un periódico impreso, pero ligeramente inferior al de una página web.
- La distancia media de trabajo para mensajes de texto fue de 36 centímetros. Más cerca que la típica distancia de trabajo, que suele ser unos 40 centímetros al leer texto impreso. La distancia media de trabajo durante la visualización de una página web en un teléfono inteligente fue aún más corta: 32 centímetros.
El hecho de sujetar los teléfonos inteligentes a distancias tan cortas podría producir una mayor demanda en la capacidad del ojo para corregir la distancia (acomodación) y la coordinación entre los ojos (convergencia), en comparación con las distancias que suele utilizar para leer un texto escrito. Lo cual, como comentaba al comienzo, con el tiempo podría conducir a síntomas tales como fatiga visual y dolores de cabeza.
En resumen, este nuevo estudio sugiere que la gente tiende a utilizar los dispositivos portátiles a distancias más cortas en comparación con los materiales impresos, lo cual podría tener implicaciones importantes para la corrección de la visión.
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