Quizás para alguno resulte exagerado, pero como bien afirma el dicho de “más vale prevenir…”, lo ideal es que uno antes de irse de vacaciones con el coche le haga una revisión a éste, y además se haga un examen visual.
Este consejo se produce como conclusión de un estudio realizado por Visión y Vida, donde han detectado que hasta el 25% de los conductores tiene alguna deficiencia visual, lo cual una vez al volante, y dependiendo de las condiciones, podría poner en riesgo su vida y la de los acompañantes.
Hay que ser consciente de que cuando nos ponemos al volante, la mayor parte de la información que nos llega es visual, por tanto si no vemos bien lo que ocurre, ni las señales, y además vamos a 120 km/h, estaremos multiplicando el riesgo de sufrir un accidente.
Y aún es peor cuando el viaje lo realizamos por la noche, ya que entonces nuestra agudeza visual se reduce en un 70%, el sentido de la profundidad es siete veces menos eficaz que a la luz del día.
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