Dentro de la cultura o el saber popular está presente desde hace tiempo la idea de que las pantallas de ordenador o del televisor, ya sean pantallas de plasma o cualquier otra tecnología, producen problemas de vista, lo cual en muchas ocasiones simplemente carece de fundamento.
Es importante aclarar que hasta día de hoy ningún estudio científico ha podido demostrar que el hecho de mirar una pantalla de televisión de lugar a problemas de vista o enfermedades oculares, cosa diferente es que algunos tipos de pantalla gracias a su tecnología ofrezcan una imagen más nítida y fluida, evitando así el estrés de nuestro sistema visual.
Cómo funcionan las pantallas
Para entender la problemática, debemos saber que la imagen que vemos en la televisión o la pantalla del ordenador realmente se trata de una serie de imágenes que se suceden tan rápido que nos da la sensación de continuidad. Una vez más nuestra retina no es capaz de percibir las imágenes por separado y transmite a nuestro cerebro una secuencia continua.
Técnicamente esto se conoce más como frecuencia de cuadro, cuanto mayor sea más fluidez tendrá la imagen, sin embargo cuanto más baja sea la frecuencia peor será para nuestra vista, ya que se produce una sensación de temblor en la imagen, también conocido como flicker, lo que da lugar a una fatiga visual.
Profundizando un poco más en el tema, podemos definir la frecuencia de cuadro como el número de imágenes transmitidas por segundo. Por poner un ejemplo, en cine el número de fotogramas por segundo es 24 y en televisión debe ser un número similar, de forma que el tiempo transcurrido entre imagen e imagen se encuentre dentro del tiempo de integración temporal del ojo, es decir, inferior a 50 msg.
Cómo funcionan las pantallas de plasma
Retomando el tema de las pantallas de plasma: su tecnología consiste en miles de pequeñas celdas que contienen gas, cuando se les aplica corriente creamos fotones que iluminan cada una de estas celdas de forma individual. De este modo, la pantalla está iluminada en todo momento, no hay intervalos como ocurre en las antiguas pantallas culonas con tecnología CTR (tubo de rayos catódicos).
En definitiva, en las pantallas de plasma, aunque la frecuencia de actualización generalmente es más baja, la mayor persistencia de la imagen reduce la sensación de parpadeo, y con ello disminuye la fatiga.
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