Estos son trastornos mentales raros relacionados con problemas visuales. Con frecuencia surgen a raíz de un infarto cerebral o diferentes patologías neurológicas.
Ceguera al movimiento, consiste en una ceguera bien extraña, ya que uno percibe bien los objetos estáticos, pero en cuanto se mueven ya no los percibe bien. No percibimos el movimiento como algo continuo, sino como una lenta secuencia de fotogramas, lo que nos impide captar el movimiento. Es como vivir en una película en stop motion a la que le faltaran fotogramas.
Visión ciega, son personas que no perciben una parte de su campo visual, no pueden ver los objetos que se encuentren dentro de esas áreas ciegas, ahora bien, si deben señalar el objeto o evitarlo, lo harán correctamente porque su cerebro en cierto modo los ve, pero de forma inconsciente.
Síndrome de Capgras, donde el problema visual implica que el paciente es incapaz de identificar a seres queridos. Uno puede tener cara a cara a su cónyuge, por ejemplo, y no tener claro quién es y pensar que se trata de un impostor. Se piensa que puede ser fruto de algún tipo de desconexión a nivel mental.
Agnosia visual, es casi peor que la anterior, ya que en este caso el paciente es incapaz de reconocer o comprender estímulos visuales. Podemos ver con normalidad, ya que el funcionamiento del sistema visual es correcto, pero seremos incapaces de interpretar o reconocer lo que estamos viendo. En lo relativo a los rostros, existe la prosopagnosia, lo que implica que uno es incapaz de reconocer a nadie, ni a uno mismo. Hace poco El País publicó este artículo: «A mi novio solo lo reconozco por su perilla y por su voz»
Negligencia hemisférica, para entender es problema visual, imagina que solo puedes ver la mitad de las cosas. La pacientes con este tipo de trastorno mental sufren deterioros de los centros visuales de uno de los lados del cerebro. Como consecuencia, estas personas comerán la mitad de un plato o escribirán en la mitad de un folio.
Anosognosia, un trastorno mental donde el paciente no reconoce su problema, lo cual dificulta su rehabilitación. Pongamos por caso una persona que tiene el brazo paralizado, si le pides que se ate los cordones, intentará realizar la tarea con una sola mano, es probable que no lo consiga, pero aún así seguirá pensando que lo hizo con ambas manos.
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