La primavera es una de las estaciones del año más bonitas, sin embargo la ebullición de vida viene acompañada de ingentes cantidades de polen que pueden provocar reacciones alérgicas a los usuarios de lentes de contacto.
Cualquier que use lentillas es consciente de emplea un método de corrección visual que requiere de una buena higiene, sin embargo cuando es nuestros entorno el que está cargado de polución, ácaros o polen de forma irremediable aumentan las probabilidades de sufrir una alergia.
A lo largo del año, y especialmente durante los meses de primavera, los usuarios de lentes de contacto son los principales afectados por la conjuntivitis alérgica, hasta tal punto que muchos optan por usar gafas en lugar de lentillas durante estos meses.
No obstante, hoy en día esto no es tan necesario, ya que se puede disminuir e incluso evitar las molestias propias de las alergias estacionales. La idea sería emplear lentes de contacto desechables con una buena frecuencia de reemplazo, como por ejemplo las lentillas diarias, quizás la mejor opción para aquellas personas que sufren alergias oculares.
Al cambiar de lentillas a diario se reducen al mínimo las posibilidades de acumular de sustancias contaminantes.
En cualquier caso, lo más recomendable si uno sufre conjuntivitis alérgica es evitar las salidas al campo o los parques donde hay mayores niveles de polen, llevar gafas de sol para proteger nuestros ojos, cuidar la higiene diaria y evitar frotarse los ojos.
0 comentarios