Usar lentillas como corrección óptica es una solución sencilla y eficaz. En otras ocasiones hemos comentado sus ventajas con respecto a las gafas, hoy vamos a centrarnos más en el buen uso y los hábitos de higiene recomendados.
Las lentes de contacto ayudan a corregir defectos refractivos muy frecuentes como el astigmatismo, la hipermetropía y la cada vez más extendida miopía. Permiten disfrutar de una visión muy natural, con un amplio campo visual y sin miedo a que unas monturas salgan volando.
Es cierto que a algunas personas les produce cierta sequedad ocular. En tal caso se puede probar unas gotas para los ojos llamadas lágrimas artificiales. Ayudan a hidratar y lubricar la superficie ocular, manteniendo el equilibro de la lágrima que actúa como barrera protectora y facilita el parpadeo.
Sin embargo, al ser una lente que va pegada al globo ocular es fundamental cuidar la higiene. Especialmente cuando usamos lentillas que sirven para varios días o semanas, si el mantenimiento no es correcto se pueden llenar de suciedad y microorganismo que van a desencadenar irritaciones e infecciones oculares.
Malos hábitos de higiene al usar lentillas
Cuando se empieza a usar lentillas la mayoría de los usuarios la verdad que suelen tener bastante respeto por las recomendaciones. Sin embargo con el paso de las semanas muchos se van relajando. Esto nos pasa en muchos otros aspectos de la vida, pero en este caso lo que está en juego es la salud ocular.
Para empezar jamás debes usar la saliva para limpiar las lentillas, contiene muchas bacterias que facilmente se pueden reproducir en el ojo. El agua de grifo e incluso el agua embotellada también es una mala idea. Puede que la veas transparente e inofensiva, pero si la vieras al microscopio te sorprendería todo lo que anda flotando en ella.
Cuando vayas a la piscina, la playa o a un lago no te bañes nunca con las lentillas puestas. El riesgo es que partículas de suciedad, tierra o arena, así como microorganismos tipo bacterias, virus o parásitos queden atrapados entre el ojo y la lentilla. Si esto ocurre, lo más probable es que como mínimo sufras una pequeña irritación, y si la cosa se complica acabarás en el oftalmólogo con algún tipo de infección o erosión corneal.
Si te compraste un estuche portalentillas muy chulo pensado que te iba a durar, que era como el estuche para las gafas, ten presente que este estuche se debe renovar periódicamente. De lo contrario al cabo de unos meses el estuche puede ser un foco de infección importante.
Si te gusta maquillarte ten presente que las lentillas son lo primero. Tanto antes de maquillar como a la hora de desmaquillar. Así evitamos que la lentilla se ensucie y como es lógico te vas a maquillar mejor si ves bien.
Buenos hábitos de higiene al usar lentillas
Antes de manipular las lentillas lávate las manos. Si las quieres limpiar debes utilizar siempre el líquido de mantenimiento. No es caro, es fácil de conseguir y te garantiza una limpieza y desinfección apropiada. Lo único que debes hacer es verte el líquido y frotarlas con movimientos circulares y suaves.
Si vas a usar lentillas desechables con lavarte las manos es suficiente, ya que al finalizar su uso se tiran a la basura. Las tareas de mantenimiento son para lentes de contacto reutilizables que duran varios días, semanas o meses.
En lo que se refiere al líquido de mantenimiento, sigue siempre las recomendaciones del fabricante. Si decides probar marcas diferentes, intenta no mezclar, cada uno tiene una composición distinta y al mezclar se podría alterar la eficacia.
No te olvides que antes de colocar la lentilla ésta se debe limpiar con un poco de líquido desinfectante. Aunque hayan pasado toda la noche desinfectándose las tienes que limpiar y enjuagar de nuevo. Pero no utilices el del estuche, échale un chorrito directamente del bote.
Lo sé, puede ser tedioso pero hay que consolidar la rutina ya que la superficie del ojo es delicada. Es mejor invertir un poco de tiempo en hacer las cosas bien, que pasarse varios días o semanas de tratamiento con gotas.
A ser posible intenta que la rutina empiece siempre por el mismo, así el proceso será mucho más automático y además evitarás el error de colocarte la lentilla en el lado contrario.
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