El cristalino es uno de los elementos que tenemos en el interior del ojo, cuya función es la de enfocar los rayos de luz para que formen una buena imagen en la retina. Cuando el cristalino pierde transparencia es que hablamos de catarata, siendo la más común la catarata senil que se da con la vejez.
La catarata no causa dolor pero si perdida de visión, además cuando son avanzadas requieren de intervención quirúrgica para evitar la ceguera. De hecho actualmente se estima que es la principal causa de ceguera en todo el mundo.
Cuando hablamos de cirugía de cataratas por lo general se refiere a sustituir el cristalino por una lente intraocular, y si hasta ahora el cristalino extirpado se consideraba un simple desecho, en adelante se pretende utilizar para detectar indicios de alzheimer en personas mayores.
Esto es posible gracias a Celia Sánchez-Ramos, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha diseñado un método que analiza los cristalinos extirpados al paciente, de esta manera, aparte de no ser un método invasivo, tampoco afecta al paciente puesto que se analiza un resto orgánico que ya no forma parte de su cuerpo.
Este método actualmente se ofrece a los pacientes de varios hospitales de la Comunidad de Madrid y podría comercializarse en un futuro. Sin duda supone un gran avance, ya que hasta el momento, el alzheimer sólo se había podido diagnosticar con seguridad en cadáveres o a través de técnicas invasivas.
La idea de crear este método de diagnóstico partió de las investigaciones del profesor de la Universidad de Boston Lee E. Goldstein, quien demostró que los depósitos de péptidos betamiloides que se encuentran en mayor cantidad en un cerebro con Alzheimer no sólo se podían observar en el hipocampo de estas personas, sino que también eran visibles en su cristalino.
Mientras que a Goldstein se le ocurrió diseñar un método de detección del Alzheimer basado en el uso de sustancias fluorescentes aplicadas en el ojo del paciente para encontrar estos depósitos por contraste, a Sánchez-Ramos se le ocurrió buscar estos indicios en los restos de cristalino que se desechan en las operaciones de cataratas, convirtiendo residuos orgánicos en muestras útiles.
El poder detectar antes indicios de alzheimer no evitará su desarrollo, pero si permitirá al paciente poder acceder a un tratamiento precoz cuando aún ni presenta síntomas.
Visto en Europapress
0 comentarios