Hoy ponemos la vista en el futuro, en lo que se refiere al glaucoma, y más concretamente en los métodos empleados para medir la presión intraocular. Se sabe que los métodos empleados actualmente para calibrar la presión que ejercen los líquidos oculares contra la pared del ojo pueden dar resultados inexactos, especialmente cuando uno tiene una cornea bastante gruesa, por ello muchos científicos siguen indagando nuevos métodos.
Para quien no lo tenga del todo claro, conviene aclarar que el glaucoma es un grupo de enfermedades de los ojos que tienen como condición final común una neuropatía óptica, es decir, una lesión o perdida de funcionalidad en el nervio óptico.
Uno de los principales factores que pueden influir en la aparición de glaucoma es la presión intraocular alta, aunque hay que dejar claro que no existe una correlación exacta entre glaucoma y presión intraocular, ya que algunas personas pueden desarrollar la enfermedad con cifras de tensión ocular consideradas como normales y sin embargo en otras ocasiones existen cifras altas sin que se produzca ninguna repercusión.
Ahora ingenieros de la Universidad de Michigan están desarrollando un sensor de un milímetro cúbico de tamaño destinado a controlar la presión dentro del ojo. Se trataría de un dispositivo minúsculo, cuya única complicación es la colocación del mismo.
El dispositivo en el que están trabajando los ingenieros contará con un sensor que registrará la presión desde el interior del ojo cada cuarto de hora, y almacenará el dato en su memoria. La idea es que una vez al día el sistema transmita la información de forma inalámbrica, es decir, sin necesidad de conexiones ni antenas, lo que supone todo un reto a nivel tecnológico.
Como comentaba, el inconveniente de este sistema será su colocación en el tejido del iris, que deberá ser realizada por un cirujano. Afortunadamente el dispositivo cuenta con una batería que le da una autonomía de 28 días, que además es capaz de recargarse gracias un panel solar en miniatura. Sin duda toda una proeza, quien nos iba a decir hace unos años que todo eso cabría en un milímetro cubico!.
Los investigadores aún tienen que probar el dispositivo en ojos humanos y de animales, pero esperan que su sistema pueda contribuir, en un futuro no muy lejano, a evitar el daño del nervio óptico causado por el glaucoma.
Visto en IEEE Spectrum
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